IN MEMORIAM 11 M
Siento el dolor cruel de la tortura,
víctimas somos del terror y el llanto,
tanto vacío y dolor tengo tanto,
que siento en mi la soledad más pura.
No se puede vivir, ¡no! sin ternura,
no se puede vivir sin paz, levanto
en libertad mis manos, me adelanto
y grito ¡paz! paz de desde mi cisura.
No hay Dios que se merezca tantas vidas,
ni bandera, ni tierra que merezca
el recuerdo de un crimen en su historia.
Abandonad las armas homicidas
y dejad ¡ya! dejad que el niño crezca
sin odio ni dolor en su memoria.
Antonio Pastor Gaitero
Corrijo el octavo verso: y grito ¡paz paz desde mi cisura.