A Pablo Minguez
14 de junio de 2013
Me abraza tu actitud, te necesito,
porque en tu abrazo amigo, no hay distancia.
Nos unió la canción y la protesta,
forjando una amistad en el respeto
cuando la juventud nos invadía
y la sangre era el pulso de la vida
y el grito el mineral de la conciencia.
Y de nuevo la calle nos reclama
para salir tocando nuestros soles
alzando nuestro acorde solidario
más allá de la noche y de sus sombras
en busca de la luz de las estrellas.
Y la canción se torna necesaria
en el abrazo sincero que nos une.
Tú que fuiste, y serás hermano mío,
tu voz escucho atento en el silencio
y tu palabra aprendo en la paciencia.
Antes de hablar escuchas y sonríes
y das seguridad porque la ofreces
generosa y sin límite de entrega.
Antonio Pastor Gaitero