Busco en el faro azul de tu mirada
el mar profundo de la vida mía,
busco en el pan el corazón del trigo,
tu voz en el espacio de la ausencia.
En tus ojos la noche constelada,
en tus manos la razón de la caricia.
Busco en tu paz mi soledad dormida,
el origen callado del otoño.
Nada impide el alud de tu mirada.
Lluvia de estrellas, mar de sensaciones,
mi mar no tiene olas ni arrecifes.
Pero tengo el abrigo de tu huella,
el refugio nocturno de tu boca
donde encuentro la paz de tu recinto.
Antonio Pastor Gaitero