Uno sin saberlo encuentra la razón de lo que escribe en un apretón de manos, en una sonrisa apenas dibujada, en ese gracias que descubres sincero y las gracias devuelves sorprendido, en un silencio que sobrecoge, en un cálido aplauso que abraza.
Hoy en el centro penitenciario de Alcalá Meco he sentido viva la palabra y la canción necesaria. He compartido escenario con poetas y cantantes y hemos enlazado versos y sonrisas.
Del libro «La respuesta del espejo» de próxima publicación he cantado este poema:
Brindemos hoy que el tiempo participa
de esta irisada luz que no atardece
y nos deja la brisa amanecida
alejando la sombra de diciembre.
Brindemos hoy que el sol de la amatista
violáceo tiñe el mar y restablece
con un tranquilo viento que acaricia,
el color de la luz cuando amanece.
Brindemos hoy que el viento se desliza
sobre el rumor pausado de las fuentes,
antes que un soplo aleje en despedida
la acompasada paz de la corriente.
No amaneció la mar y agradecida
refleja la mañana adolescente.
Brindemos hoy, brindemos por la vida
antes de que la noche nos despierte.
Antonio Pastor Gaitero
Centro penitenciario de ALCALÁ MECO
29 DE OCTUBRE DE 2015
Pintar un mar azul en la mirada
y en tu silencio a solas un paisaje
con árboles en flor, y en su ramaje
libre el viento, y tu voz alboreada.
Y es mi canto una voz desordenada
que tiene por abrazo tu lenguaje,
tú serás compañero en el viaje
que libera la voz encarcelada.
Pintar el vuelo en mi cabeza cana
y navegar en mares de paciencia
sobre un azul de libertad, pretendo.
Este octubre de canto y de mañana
me regaló en silencios la conciencia
para seguir cantando y aprendiendo.
Antonio Pastor Gaitero