Acuarela de Félix de la Torre Fajardo
Penúltimo verso del libro «Sonetos de amor y otras ausencias»
De la hoja desprendida en su desmayo
sigo pendiente el curso hasta su meta,
acomodó en el suelo al fin inquieta
su apagado verdor lucido en Mayo.
Nunca atraviesa la hoja como el rayo,
tiene un compás de baile cual cometa,
juguete natural para el poeta
que desnuda a las ramas de su sayo.
Pero el árbol enseña dominante
al frío temporal, al aguacero,
su desnudo armazón, si hojas reclamas,
le despreocupa al árbol lo elegante,
con la dureza propia del acero
cuida de su raíz, no de su ramas.
Antonio pastor Gaitero
Fotografía de ScenoFilm Videos