A una luna llena

 

Ayer, de un viento gris de luz nublada

surgiste tú cercana y amarilla,

esférica cabeza de cerilla

que sin llama da luz tornasolada.

 

Ayer tuve mi paz amordazada,

el mármol de mi pecho se hizo arcilla,

y fue tu luz el faro, la semilla

que el corazón me dio de la granada.

 

Qué ejemplo de honradez tan generosa

que tanta luz recibes tanta ofreces,

espejo de belleza desprendida.

 

La paz de la mañana en ti reposa,

en tu magia de luz cuando apareces

en el cielo de noche, suspendida.

Poema del libro «La respuesta del espejo»

 

Luna-1

 

 

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