Con la flor femenina se conserva
y un amargor provoca fresco el trago,
y en su líquido miel de sed naufrago
y otro vaso de sed mi sed reserva.
Se tuesta, se maltea el grano, observa,
yo admiro su color mientras indago
el ámbar, su sabor en el halago,
y en mí se queda fiel y se preserva.
Para brindar te elijo, elevo el vaso
y la espuma corona la alegría,
eres fiel compañera del parnaso.
Un solo vaso, es beso y es escaso,
tres o cuatro son buena compañía,
si alguno más, lo acepto y me acompaso.