Seré el cordón que frunza tu vestido,
la cinta en la jareta que capture
para ceñir en lazo a tu cintura
la luz de tus hermosas catedrales.
Las altas torres que mi beso ansían.
Las cumbres generosas del latido
serán abrigo que la noche guarda
en clara redondez de luna llena.
En las sábanas nuevas de tu lecho
crecerán amapolas entre espigas
y un aroma de sol será en tu espalda
el refugio del beso que te añora.
Seré el cordón que anude tus abrazos,
y el nudo que desate tu lujuria.
Antonio Pastor Gaitero
Poema del libro «El musical acento de tu nombre»
Fotografía de Rocío Pastor Eugenio