Brindemos hoy que el tiempo participa
de esta irisada luz que no atardece
y nos deja la brisa amanecida
alejando la sombra de diciembre.
Brindemos hoy que el sol de la amatista
violáceo tiñe el mar y restablece
con un tranquilo viento que acaricia,
el color de la luz cuando amanece.
Brindemos hoy que el viento se desliza
sobre el rumor pausado de las fuentes,
antes que un soplo aleje en despedida
la acompasada paz de la corriente.
No amaneció la mar y agradecida
refleja la mañana adolescente.
Brindemos hoy, brindemos por la vida
antes de que la noche nos despierte.
Antonio Pastor Gaitero
Poema del libro «La respuesta del espejo»