Distante por la duda, amor ausente,
vuelve, mi soledad te llama, lejos
está mi frágil voz y mis complejos
tan cerca y tu distancia tan doliente,
y está mi mar tan lejos de tu frente,
y mis brazos tan faltos de consejos,
mis silencios sin lunas, tan parejos
al miedo, y el vacío tan presente,
que sin ti nada siento, y desconfío
tanto de mí como del hombre dudo,
¿Qué me queda después de esta impotencia?
Regresa amor, y aleja el desvarío,
yo a la razón de respirar acudo,
no se puede vivir, sin tu presencia.
Poema del libro «La respuesta del espejo»
Publicado por Lastura ediciones