Como un manto de luz amanecida
diste a mi noche luz enamorada,
a tus labios dejaste acostumbrada
mi boca, por tus besos sorprendida.
Fuiste una hoguera en besos encendida,
como llamas la luz de tu mirada,
como estrella fugaz iluminada
cruzaste por el cielo de mi vida.
Sólo quedan del fuego las cenizas,
apenas la memoria de la llama
mantiene el beso de tu amor despierto.
Como el silencio quedas y agonizas,
como el recuerdo dejas en mi cama
un paisaje de dunas y desierto.
Poema del libro «El musical acento de tu nombre»
Publicado por «Lastura Ediciones»