El jueves 10 de agosto de 1911 nacía mi madre Carmen Gaitero Moreno en Castejada (Cáceres). Hoy escribo en su recuerdo para acercarla más si cabe a mis brazos y mantenerla presente en el tiempo, un tiempo que nos acerca, a pesar de su acelerado paso.
Un ábaco de lunas me susurra
los pasos divididos del silencio,
el otoño incesante de los años
que el almanaque mes a mes deshoja.
Un ábaco de lunas me recuerda
que la memoria resta la distancia
y el tiempo pasa y suma atardeceres
que multiplican noches de desvelo,
y paso a paso nuestra historia acerca.
Un ábaco de historia me recuerda
los cuentos de mi abuela entre candiles,
al abrigo, al rescoldo del brasero
o a la luz de la noche en el estío.
Un ábaco de historia me recuerda
la paz apaciguada de mi padre,
su aflamencada voz enmudecida,
que escasas veces elevaba en canto
y en raras ocasiones escuchaba;
su eterna compañía que aún nos sigue.
A mi madre en su trajín sumando
esfuerzos, para todos vigilante,
un ábaco de aromas me recuerda
el olor de la luna en el verano,
y el olor de la llama en los candiles,
y el olor del gazpacho y de las migas,
y el del jarabe si la tos me daba.
Antonio Pastor Gaitero
Fragmento de un poema del libro La respuesta del espejo de próxima aparición