Este mes de febrero entretenido
en acercarme el sol de primavera
me dio la luz, semilla y sementera
para crecer en vida agradecido.
Yo me abrazo a ese sol amanecido
como un caudal de amor en torrentera.
Caricias sumaré porque tú has sido
el pulso de mi amor, mi compañera,
amarte más querría si pudiera
para dejar mi abrazo desmedido
en tus labios de beso consentido,
al saberme hechizado en tu ribera.
Otro mes de febrero dejó herido
mi corazón, quemándolo en la hoguera
como una astilla verde que quisiera
brotar de nuevo un corazón, prendido
de savia y de color enardecido,
y no que un llanto ardiendo le vistiera.
Más febreros me dieron su sentido
y me dejaron luz para que viera
que aquel dolor que el desengaño diera
es del espejo niebla en el olvido,
y brindo por la vida y lo vivido
calmando en el amor la sed primera.
Un nuevo mes vendrá sin hacer ruido,
y dormirá la vida y la quimera,
un nuevo mes vendrá para que muera
mi corazón cansado y ya vencido,
en ese adiós cercano yo he querido
amaros más si cabe en esta espera.
Brindemos por la vida, ese latido
que provoco sentir que amor tuviera,
fue tu intención de amar, que por sincera
has de dejar el llanto detenido.
Recuérdame si puedes, yo te pido,
vivir en tu sonrisa verdadera.
Antonio Pastor Gaitero