La ciudad de la luz ejemplo diera
concediéndole a mayo luz de estío,
y un abril el clavel fue mi atavío,
Grândola mi canción, villa y morena.
Vuelve la luz, renace en primavera,
en el Foro resido y desconfío,
en esta piel de toro luz ansío,
pero vence la noche y desespera.
Un caballero triste de figura
contra un molino o gigante enviste
y salva la verdad y la cordura.
A perder en la lucha se resiste
mi verso, la razón de mi locura
como un Hidalgo que a luchar insiste.
Antonio Pastor gaitero
Poema del libro «Figuras literarias y poemas»
Fotografía de Círculo de Onix