Comparto desde el libro «La respuesta del espejo» este poema de abril, de mar, de luz, de besos y de entrega.
Fotografía de El Bolg Verde.com
Protegeré tu mar azul en este
abril de amor y frutas generosas.
Sólo para tu cuerpo la codicia,
¿Qué puede haber en este amor, prohibido?
Cuando tu amor para el amor me llama
yo siempre acudo al mar de tu presencia
con candiles de amor en la corriente
desembocando en tu caudal, derecho.
Ya dije que mi mundo era el celeste
que puebla tus caderas luminosas
donde levan mis manos la caricia
sublime de tu pulso desprendido
que entrega el beso y el amor reclama,
donde la sal convierte en transparencia
tu mirada de luz iris-discente
y el mar se agita en tu dorado pecho.
Fotografía de Antonio Pastor Gaitero