Los pies anclados en tierra, a tus espaldas el mar y tu mirada alegre en la sonrisa, firme, segura retando al viento, llevabas el timón y el salvavidas en tu actitud valiente, marinera de azules y de lunas.
Estás sola en la arena y no te sientes sola, la soledad no existe en tu diadema.
Hoy todo nos acerca al mar, porque te pienso en él y entre sus olas te nombro y te requiero a cada instante, sé que te acompañan los azules que tu mirar provoca, el mar que te nombra, el verso que te canta, la luna que te sigue.
Sembramos momentos que nos acompañarán siempre, unos se mantienen erguidos porque el abrazo perdura en la distancia, otros se desvanecen porque es más fuerte el beso que el nudo que los ata. Es la causa de convivir a pecho descubierto.
Sembramos en la sequía y en las lluvias de abril nuestras semillas de vida y esperanza y regamos con experiencias el bancal que nos protege. Ahora es tiempo de recoger el fruto. Seguimos sembrando vida.
Y brindo por tenerte entre mis brazos para decirte a cada instante que te quiero.
Mantienes la fuerza y la firmeza al paso del tiempo en tu creciente luna.
Felicidades Rocío, cuando la felicidad es mía por tenerte cerca.
Antonio Pastor Gaitero
Fotografía de Rocío Pastor Eugenio- WOMANWORD