Hay tanto que decir en el presente

Vuelvo al papel en blanco, al lapicero,

vuelvo a mirar por la ventana ausente,

mientras recuerdos del ayer procuro

y un racimo de versos edifican

el poema que escribo en este instante,

son olas en un mar enfurecido

de acentos y palabras.

Hay tanto que decir en el presente.

En este desconcierto que vivimos

tan sólo la verdad existe en actos

que justifican en ciernes las razones,

eso está mal, eso está bien señala

la lógica que invoco ante la duda.

El acto justifica realidades.

No hay que decir si eres o si haces

tus actos ya señalan tu injusticia

o tu bondad tus actos documentan,

El tiempo es insensible a la mentira

y en ella recupera la ignorancia

el inculto que en fuerzas reaparece,

y eleva el grito si la razón ignora,

de nada vale que la historia escriba

ese pasado que la vergüenza guarda

con el horror violento de la muerte.

El odio en la ignorancia se sustenta.

Antonio Pastor Gaitero

Se prende el tiempo en la madera ajada

Abril de 2020 

Se prende el tiempo en la madera ajada,

en la puerta se agrietan las astillas

y el óxido envejece cerraduras,

almagra la pintura repetida

y se nubla el barniz, y en la mirilla

se refleja una luz amordazada,

ya no se escucha el canto de las llaves

en su trajín diario de apertura

en su ritmo de  acostumbrados golpes.

Elijo la ventana para salir corriendo,

para alcanzar la luz entre cristales,

para subirme al árbol que diviso

de verdes ramas, florecidos brotes.

 

Y soy la puerta abierta que te espera

con manos agrietadas, pelo cano,

nublados ojos, brazos imprudentes,

con desatada luz en mi recinto.

Toma las llaves de mi casa ahora

las ventanas reflejan certidumbre.

Antonio Pastor Gaitero

Puerta Topacio

Fotografía de Charo Gómez

 

Marzo y abril 2020

Marzo y abril 2020 

No llama a la puerta y pasa, y deshace

la vida sin aviso, y se aleja

buscando otras ventanas

en su incesante búsqueda la muerte.

Y marzo nos distancia primaveras

cuando brota la vida en el paisaje.

Un frío nos penetra y nos separa

y es silencio el adiós sin despedida.

Y la muerte es silencio y abandono

si del último beso nos aíslan.

Asoma la tristeza en el retiro

cuando el claustro impaciente desespera.

El adiós es un brindis que proclamo

por tenerte presente en el recuerdo.

En esta despedida  serás aire

siendo el humo de ayer la última imagen

que en las nubes de azul te perpetúan.

Antonio Pastor Gaitero

 

 

 

Inventamos los ciclos de la luna

Inventamos los ciclos de la luna

para seguir los pasos de la noche,

y no para soñar un beso cálido

si la luna a creciente se levanta.

Inventamos los ciclos de la aurora

para iniciar en la vereda el paso,

y no para enlazar luz y rocío,

o si la luz de la mañana sigue

pintando su color a las espigas.

Inventamos las horas, la disculpa,

para olvidar al vernos la sorpresa

y limitar así nuestros encuentros.

 

Reinvento el beso que al presente acude,

reinvento el mar que siempre nos espera,

y tu mirada invento, tu sonrisa,

y tu noche de estrellas consteladas,

y tu mañana de espigas y de abejas

que siembran flores en el beso cálido.

Esto invento de nuevo si es preciso

para que sepas que en la paz espera

la noche y la mañana de tus sueños. 

Poema del libro «Viaja el tiempo en un tren sin estaciones»

 Antonio Pastor Gaitero

foto vias del tren octubre2016

Mi gato y yo

Pellejito-4

Me siento solo y hablo con el gato,

él gira la cabeza,

sostiene en mí sus ojos,

me escucha, y  yo presiento que me piensa,

hay una paz que abraza en su mirada,

le digo sin hablar, ¡Qué bueno eres!

Él pide y no suplica,

me lleva a la cocina

quiere comer, se sienta al pie del plato,

come y bebe y me mira agradecido

y se va y se refugia entre las mantas,

es octubre y la casa ubica al norte,

tiene frío, no tiene pelo,

se llama Pellejito

y está conmigo siempre.

Antonio Pastor Gaitero

Poema del libro «Viaja el tiempo en un tren sin estaciones »